Día 6.

Lima 19 de Marzo del 2012

J Mía:

Hoy la vida empezó con sabor a Bryce, desde temprano las letras entraban por mis ojos y simplemente no podía detenerme. Me da un poco de pena ver que ya llevo casi la mitad del libro, por lo que me limitaré a leer un número de hojas diario para hacerlo durar más y más.

Con lo del celular pues no te preocupes, no veré al tío ni nada por el estilo, ya estoy resignado y pues tampoco me arriesgaré, así que por eso no te preocupes. 

Me siento un poco vacío, como si no estuviera en mi, obviamente vivo pero siento como si no fuese del todo cierto como si me moviera o actuara por inercia, mis cambios de animo varían y me eh vuelto tan voluble, que hago mis cosas como si fuese un robot pero por dentro mi mente pasa de felicidad momentánea a nostalgia profunda, aunque mi cara simplemente demuestre seriedad.

Sweet Disposition se ha vuelto mi nueva droga por lo menos desde ayer y al parecer lo será por un buen tiempo.

Me alegra que todo te esté yendo bien, con eso de la pieza pintadita y bien bonita, creo que las cosas te están yendo de maravilla, realmente me alegro mucho y es un gran alivio para mi el saber que estas bien y que por lo menos ya estas más estable en tan solo una semana. Pero bueno tengo a la mujer más fuerte y valiente del mundo como novia, debí sospecharlo desde un principio.

Extraño tus abrazos, extraño tus besos, extraño tus risas y tus ojos tan profundos que enamoran al primer contacto; extraño tener esas largas conversaciones por msn y esas tardes donde simplemente me llegaba un mensaje tuyo preguntando si podías venir y con todo el amor del mundo te esperaba, así fuesen 45 minutos, frente a inkafarma o en la puerta para ir corriendo a abrazarte y a besarte con todo el amor posible. Muero de las ganas de recostar mi cabeza en tu pecho y escuchar tu dulce palpitar hasta quedarme dormido, y también sentir tu cuerpo pegadito al mío, dormidita en mi pecho babeando mi hombro, hacerte piojito darte mil besos en la frente y que por siempre seas ese ángel que me mandó el Señor, ese ángel en entrenamiento a la que le falta aprender aún, pero que a la vez tiene tanto por enseñar.

Con todo el amor de mi alma. Miguel